Bolívar Delgado Arce

SIN OÍDO, SIN OJOS

       SIN OÍDOS, SIN OJOS

 

Lento y brillante movimiento de aguas doradas

paz y calma, soledad iluminada

entre claroscuros ramajes y montañas

recortadas en el áureo disco lunar.

 

Brisa tenue envolviendo la estancia,

abre un haz de recuerdos, sentimientos, lejanías

infinita ventana del alma al cosmos

donde crujen arpegios que pueden oírse

y verse sin oído y con los ojos cerrados.

 

Un claro de luna,

calma y sosiego ascendentes

con el disco brillante a la oscura esfera,

esparcen hileras de luz que se recuestan

en las orillas del lago y contornos

meciendo en su vaivén penumbras

de árboles nocturnos y memorias.

 

Áurea esfera de luz fría y ensueños

crece entre brisas sostenidas en notas

de melodías tibias, almas contemplativas,

en suaves armonías, cuadros ignotos

y sentires ciertos de clarores de cósmica luz

que trazan huellas en los retablos del alma

de nubes doradas, quedas y eternas…

 

       Bolívar Delgado Arce