Solo le pido a mi corazón,
que algún día tenga la fortaleza
de aprender a decir adiós,
que pueda despedirse
de quién ya dijo adiós primero.
De dejar de extrañar a una persona
que nunca se dio cuenta que me fui,
que lo que extraña, dejó de existir hace meses,
y no es que busque irme.
Deje de fingir que estabas cerca,
ya no se trata de entender,
se trata de quedarme con mis preguntas.
Tengo tanto miedo al futuro,
a la palabra cambio,
pero en realidad es el duelo
que no se vivir.
El duelo que el presente
me pide soltar,
no tengo que llegar al extremo de la ruptura
para por fin poder soltarme.
Ya a la segunda llorada,
tuvo que ser razón suficiente
para irme.
Así no es el amor que deseo recibir,
qué lucha tan fuerte es no querer irse,
pero en el fondo de tu corazón sepas
qué es lo que debes de hacer por ti.
Para conocer la palabra paz.