Eres la llama que cielo deslumbra,
eres el canto que nunca declina;
vives en mí como estrella que alumbra,
vives en mí como flor que germina.
Te amo en lluvia, te amo en calma,
te amo en fuego, te amo en nieve;
late tu sombra en el fondo de mi alma,
late tu risa en mi sangre que mueve.
Brillas en todo, en claro y oscuro,
brillas en sueños, en paz y tormenta;
mi ser te busca, constante y seguro,
mi voz te nombra, aunque nadie la sienta.
Tiemblo contigo, tiemblo sin motivo,
tiemblo en la danza del aire que pasa;
mi corazón, que sigue en su arribo,
tiembla en tus ojos, temblor que no cansa.
Hablas y el mundo se dobla a tu canto,
hablas y el tiempo se queda en tu verbo;
todo en tus frases se vuelve quebranto,
todo en tus gestos es luz que observo.
Sueño tu cuerpo, tus pasos, tu mente,
sueño tu huella, tu voz, tu semilla;
vivirte entera, sueño latente,
vivirte cerca… dicha más viva.
Quiero siempre en tu luz quedarme,
fundirme lento, sin despedida;
vibrar en ti, como cielo en enjambre,
ardiendo juntos: mi amor y tu vida.