Juan Sebastian Mena

Carta escrita a mano

 

 

Tu nunca sabrás cuánto te quiero 

En las dulces tardes de tristes melodías 

Donde aguardan mis recuerdos en tus manos frías y duras

Nunca sabrás si existe aún en mi vago pensamiento 

El triste temblor de un invierno errante 

Donde reposan en tu alcoba los besos míos, lacerantes.

Vida mía, no te vayas sin despedirte 

Agita las palomas del vientre azul de una alta noche sin tantas lejanías.

Vértice y corazones gitanos

Nunca sabrás lo mucho que te quiero 

Aunque miles de veces nos despidamos 

Nos digamos adiós con un ligero vaivén

Y si por si acaso alguna vez te extraño 

Recuerda que te quiero, con este corazón donde reposa tu nombre en gran tamaño.