Marcia Ottaviani
¡Perdonen!
Pude ver arena apretada amarrada al silencio
Pergaminos ardiendo
Decisiones
Decretos.
Sentí que había que desechar una idea
Todo lo entendí sin mediar palabras.
De pronto todo estaba registrado
Una galaxia en cada mano
Un reloj invertido
Y tras un largo silencio fragmentos dorados en un mar inmóvil.
En un laberinto de ecos percibí una voz que decía...
¡Perdonen!
Marcia Ottaviani