Hay días en que te escondes
en la normalidad de las cosas.
Escuchas lo que dicen
sin que noten lo que piensas.
Respiras por costumbre,
hablas sin estar presente.
Por fuera, tranquila.
Por dentro, doliente:
una tormenta muda y latente.
Tan segura de haber tocado fondo,
que no ves
que a tu lado
yo también me escondo.