Los dolores de los hijos
duelen más que los ajenos
son más fuerte que los nuestros:
chicos o grandes, lo mismo;
es una carga de espinos,
evitarlos, procuremos,
su bien, pidamos al Cielo,
ellos deben de vivirlos;
es la forma de crecer
experiencias de la vida:
de aguantar solos su cruz;
pensemos sólo en el bien,
que hallarán esa armonía
y encontrarán la virtud...