Graham

Ausencia de Luz

Me bastaba una sílaba tuya

para incendiar el aire.

Una mirada breve,

casi distraída,

me dejaba el alma

deseando eternidad.

 

Nunca supe si el viento

que me rozaba la piel

era el mismo

que te tocaba a ti,

pero igual me quedaba quieta,

soñando que sí.

 

Tu sombra se volvía

mi única constelación.

Y yo, en silencio,

trazaba tu nombre

sobre mi pecho

como si pudiera hacerlo arder.

 

Me hice jardín en espera,

me hice música sin oídos,

me hice fuego callado

por si alguna vez

tu alma se detenía en la mía.

 

Pero la noche pasó

sin que miraras.

Y todo mi amor

se volvió ausencia de luz.