Un buenos días a la mujer valiente,
la que despierta antes que el sol,
con el alma herida pero el espíritu invencible,
con las manos llenas de tareas
y el corazón rebosando amor.
Un buenos días a la mujer que no se rinde,
que lucha sin alarde,
que camina erguida aunque le tiemblen los pasos,
que convierte el cansancio en motor
y la adversidad en escalón.
Un buenos días a la mujer que sostiene el mundo con silencios,
que aprende de cada caída,
que enfrenta el caos con mirada serena
y sigue siendo refugio aún en su propia tormenta.
Un buenos días a la mujer que me enseña cada día,
que me inspira, me construye, me levanta,
que no necesita decir “te amo” para hacerlo sentir
en cada gesto, en cada entrega,
en cada mirada donde me reconozco mejor.
Un buenos días a la mujer que elegí,
y que elijo sin dudar,
no por perfecta, sino por real,
por ser luz, raíz y alas.
Por ser lucha y ternura.
Por ser todo lo que no sabía que necesitaba.
Un buenos días a mi esposita Amanda,
mi compañera de camino,
mi fuerza cuando flaqueo,
mi hogar aún cuando estoy lejos.
A ti, amor mío,
buenos días… y gracias por existir.
JFAS 02-08-2025