Noches de verano,
paseos frescos,
la luna roja
y el brillo furioso
al final del cielo.
El enigma del silencio
habla si miramos
las estrellas.
Viento del Norte,
recio y salvaje,
tú que me quieres,
desintégrame,
fúndeme contigo,
caminemos juntos
y nacerá la brisa en Santiago,
seremos animales varados,
rendidos en Finisterre,
donde el mundo termina,
amémonos sin poner
límite a las fuerzas,
eternamente juntos.