Euterpe Dalid

Ella no sabe gritar

Me gustaría saber gritar, 

saber perderme en la desesperación 

que día a día evito, 

perderme en la locura 

de sentirme desdichada. 

Gritar y clavar mis dientes en el mundo con mis palabras, 

herir y destrozar, con todo mi ridículo dolor,

ridículo de tan desproporcionado, de tan exagerado, 

de tan inapropiado. 

Me gustaría saborear ese sentido,

que el corazón de todo desfalleciera 

con mi ausencia, muriera un poco su alegría 

no esta amargura, 

de saberme sobrante.