Caminos de largos silencios
que me conducen al pasado
donde los callados recuerdos
me empujan, miserables, al llanto.
Una telaraña de misterios
me enredan con lo no olvidado,
y se agiganta mi universo
y me distancia de lo que he amado.
No hay refugio en el pensamiento
cuando ayer era rey, hoy soy un esclavo,
un esclavo del mismo sufrimiento
que ignora dónde está llegando.
Solo una verdad que lleva el tiempo
donde mi cuerpo siente ya el cansancio,
de caminar entre largos silencios
con la soledad caminando siempre a mi lado...