DISPARO EN SECO.
Súbita, como un tiro se levantó de la mesa;
En su mano izquierda la copa con su trago,
En su mano derecha una antigua Luger me apuntaba;
Enseñaba su alma,
Mostraba su anima y media mi frente,
En sus ojos la roja furia de fiera herida.
Cerro su ojo siniestro para afinar la puntería,
Cuando el chasquido metálico partía mi último suspiro
Y perforaba mis sesos,
Sentí la sana mentira
Del imposible hecho,
Y volvieron a brillar mis ojos
Por el disparo en seco...