Una ramera sin cuerda
Perdida en el pavimento
Una antorcha abierta
Un lejano cielo
Estrategias envenenan
Al mas tibio deseo
Estas viendo a tu tribu
Y la luz del flagelo
La noche no acierta
El día no es nuestro
los peces se salpican entre espuma
Y fosforecen sus recuerdos
Carecen de caricias y ternura
Y permanecen bien despiertos