Hay amores que llegan de golpe,
con promesas que suenan a cielo,
pero apenas les mirás el alma,
ya se nota que son puro juego.
Te dicen \"para siempre\", y es \"un rato\",
te juran la luna… y ni estrellas,
te besan con labios de fuego,
pero enfrían tu vida sin huella.
Y hay otros que vienen despacio,
sin ruido, sin tanta apariencia,
pero en cada gesto pequeño
te dan todo sin pedir presencia.
El amor de verdad no lastima,
no controla, no calla, no aprieta,
no te pide que cambies el alma
ni te deja con dudas abiertas.
El amor de verdad es sencillo,
pero firme, profundo, sincero,
te cuida los sueños dormido
y te abraza incluso en el miedo.
No todo lo que brilla es cariño,
ni todo lo dulce es sincero.
Amar de verdad no es decirlo,
es quedarse cuando hay aguacero.