Hacia la alta floresta me vi enrumbado,
Entre cantares y algazara de duendes,
Con náyades y serafines, en alegre cortejo,
Bellas criaturas de bosques alucinantes.
¡Vendrá un mago que no se dejará ver!,
¿Quién podrá ser? Platicaban risueñas,
¿Cómo será?… ¿Cómo sabremos nosotros?
Sin saber que, en mí, ya estaban inmersos.
¡Qué prodigiosos lugares, hermosos…
Plácido se recorren, cuando se es agua!
Parajes escondidos nunca antes vistos,
Para los ojos de cualquier mortal.
Puedes tocar etéreos cuerpos de hadas,
Tan tersos, bellos, esbeltos; misteriosos,
Peinar sus cabellos dorados, sus rizos, tocar
Sus cuellos blancos y sus nacarados senos.
Todo es taxativo en la magia de la poesía,
En la frondosa fecundidad de la mente,
“Palabras dulces o amargas flotando están”
En la naturaleza, muerta o viva, que te rodea.
Delalma
25/04/2020