Las religiones del mundo
defienden sus posiciones,
apoyan sus intenciones
con fundamento profundo;
su razonamiento es rotundo,
nadie cambia convicciones
y nunca acepta razones
y con ejemplos no abundo;
yo no caigo en ese juego,
de quién tiene razón
o cuál es el verdadero;
yo todos los días ruego,
con amor y devoción,
con un corazón sincero...