HILOS QUE NO SE ROMPEN
Dar amor es como tejer
con un hilo de lana
un abrigo viejo,
uno que, aunque gastado,
sigue abrigando más que ninguno por mucho frío que haga.
Hay sentimientos
que no se destejen,
aunque el tiempo pase,
aunque la memoria falle.
Algunos recuerdos no mueren,
solo se esconden entre las costuras.
El amor hace nudos.
Nudos que unen,
nudos que atan,
nudos que aprietan la garganta.
También hace lazos,
lazos que aunque a veces se aflojan,
no se deshacen del todo.
El tiempo también cose,
pero no siempre con hilo fino.
A veces remienda con prisas,
dejando arrugas donde hubo pliegues suaves.
Borra rostros, pero no miradas,
y deja en un tapiz huellas de lo vivido.
El amor es hilo.
A veces largo, a veces corto.
Fino, si se tensa,
resistente, si se cuida.
Es como un hilo invisible
que sobrevive al olvido
y encuentra el camino de regreso cuando menos te lo esperas.
A veces un hilo se suelta sin romperse,
queda ahí invisible pero intacto,
como una hebra suelta,
esperando volver a su forma,
para cerrar aquellos costuras que el tiempo dejó abiertas.
Por eso hoy,
cose tus sueños,
borda tu vida con brotes de esperanza,
teje con amor aquello que te haga feliz.
Porque nunca se sabe cuándo el hilo termina,
ni cuándo uno deja de coser su propia historia.
— Jordi Etresi
© Copyright 2025
Todos los derechos reservados.