LOURDES TARRATS

El amor que huye

El amor que huye

El amor que no fertiliza su terreno
y escapa de su propia tierra
en busca de otros rumbos,
se muere como las aves
que ya no vuelan,
y se pierde a sí mismo
entre la confusión del mundo.

El éxtasis de ver el amanecer
ya no le importa,
porque las noches
pasaron sin ser:
sin abrigo,
sin fuego,
sin recuerdo.

Y ahora vaga
como sombra sin contorno,
como la resonancia de un suspiro
que no encontró su nombre.

 

 

Ya no sueña,
solo repite
el murmullo
de promesas rotas,
como si el viento
pudiera resucitar
la raíz
de lo que nunca quiso sembrar.

Y así muere:
como la semilla olvidada
en la palma de una mano
que quedó sin ser sembrada.

El amor sin tierra
es viento que se enamora del polvo.
— L.T.