Roberto D. Yoro

GANAS DE AMAR

GANAS DE AMAR

 

En tierras de polvo, sin mapa ni guía,

surgió una mirada que el alma encendía.

No era promesa ni canto fugaz,

era la llama que el tiempo no apaga jamás.

 

Bebió del silencio, trabajó en la espera,

forjó su destino con manos sinceras.

Siete años contaba la arena del suelo,

y en cada jornada, más firme su anhelo.

 

Pero vino la noche, con sombra y engaño,

y el alma tembló como el tallo en el año.

Amó... y no fue lo que el alma esperaba,

mas no se rindió, volvió a la jornada.

 

Trabajó con el alma, rindió su sudor,

no por salario, ¡por causa de amor!

Y aunque la vida quebró su diseño,

sembró con ternura, cosechó sin dueño.

 

Del otro costado brotó el quebranto,

quien daba la vida, recibía el llanto.

Pero en su dolor, el Cielo lo vio,

y en sus descendientes, el mundo cambió.

 

¡Oh ganas de amar, candela divina,

que vence el engaño, que rompe la espina!

Amor que no exige, que sirve y que espera,

que sigue aun cuando la noche no fuera.

 

Tú que me escuchas, no temas amar,

aunque te cueste, aunque duela esperar.

Que el Dios de los cielos ve al que se entrega,

y en cada lágrima, Su gloria despliega.

Roberto D. Yoro

Olanchito, Yoro, Honduras C.A.