Santiago R.SEVEN.

Crees que no hay forma de tocarlo

Dime qué será de mí.

Es verdad, los días son más largos porque,

por siempre y en todo momento,

me encuentro hablando con un recuerdo,

queriendo soñar los sueños

que hacían bailar a un corazón.

 

Y sí, tal vez solo sea una noche más

viendo a la luna,

pero estoy seguro de que al otro lado

te puedo encontrar

buscando el verdadero azul del cielo.

 

Todo parece no tener fin ni razón.

Estas ramas ya comienzan a sentir su fin.

Mi corazón, tranquilo hasta el fin,

porque sabe que sigo manteniendo los sueños

y el tiempo que pasamos juntos;

es la razón por la que volverás a encontrarme después.

 

Mi cuerpo se vuelve nada

y un espejo polvo

en el que no puedo ver nada más reflejado

al otro lado, te está llamando.

 

Contemos todos nuestros sueños,

no importa este espejo polvo

que no refleja un nuevo paisaje.

En la ventana, a pocas veces,

toca con nuevas alegrías

y al gris amargo, duradero pesar,

da descanso, le muestra su escondite.

 

Yo no busco nada al otro lado,

solo tu voz me guía a creer.

Y crees que no hay forma de tocarlo;

si supieras lo cerca que queda con tus delirios.