Hay palabras que nacen solo en la sombra,
que nunca se atreven a ser realidad.
Las guardo en el alma, las callo en mis labios,
y mueren despacio en mi soledad.
Quisiera decirte que todo me duele,
que cada latido me grita tu voz.
Pero me callo, y en este silencio,
mi amor se transforma en resignación.
No sabrás nunca que te he amado tanto,
que aún en mi sombra te busco a ti.
Porque hay amores que duelen callados,
y quedan dormidos… dentro de mí.
Y si algún día descubres mi ausencia,
si algo en el viento te nombra mi ser,
recuerda, amor, que entre mil silencios
había un susurro… que quiso nacer.