Cuando mañana muera,
la luna con su silencio
acogerá mi espera
y morirá conmigo despacio.
Al viento unas rosas alzaré
se irán mis errores
que nunca confesaré
y yacerán entre las flores.
Escribiré versos sobre un manto,
en las sombras del ocaso;
mi legado será un canto
triste sobre un velo de raso.
Si hoy aún tengo aliento,
y la aurora me abraza,
dormiré en el pensamiento
mientras el sol se desplaza.
Cuando mañana muera,
cerraré un ciclo eterno,
y en la noche austera
ya no habrá ningún retorno.