ENRIQUE HORNA

EL ABRAZO HERMANO

Era aún un adolescente, cuando tuve la fortuna de presenciar a dos hermanos que se reencontraban en la tierra de sus afectos. Se dieron un abrazo con lo más sentido de sus almas, las lágrimas inundaron sus rostros, luego las puertas se abrieron para celebrar el fraternal cariño. Este tiempo ya no es de ellos, pero yo los recuerdo con estos versos.
 
Te abrazo esta tarde
donde tu humildad es llanto
conmovido en la era del grano
cosechando la dignidad del sacrificio
la fuerza de la esperanza compartida
y nuestra vieja casa una reunión de niños.
 
La distancia es un inacabable norte
un extraño desvarió
desgarrando sus entrañas
en las campesinas cuitas del rio
nada se ha hurtado
no tienen nombre las bendiciones
los surcos son arrugas del cariño
los arboles son profetas cantando
la eternidad de las madres.
 
En la esquina la procesión se asoma
son más de cien metros de fe
la mantilla está llena de dulzura
nuestra madre esta orando
sus entrañables melancolías
los ratos de las partidas
el aroma de la leña
el estruendo de los caballos
el canto de los gallos
la sagrada familia.
 
EH