Luis Barreda Morán

Ciudad del Temblor

Ciudad en el Temblor

La tierra bajo Guatemala retumba con furia ciega,
no pregunta la hora, si la noche o el día llega,
solo aprisiona el pecho con su abrazo de terror,
muerte que se anuncia con estruendo y pavor.

Una tarde dominguera, cuando el fútbol vibraba,
un rugido profundo a la ciudad quebraba,
grito colectivo surge, pánico que se desborda,
frente al terremoto inmenso de la escala que acorda.

Grado siete implacable sacude cada cimiento,
no solo tierra tiembla, nieve y lodo al viento,
un alud despiadado baja de la montaña,
muerte blanca y oscura que a la urbe acompaña.

Ciudad de Guatemala, tu hermosura deshecha,
bajo toneladas grises, tu esplendor se estrecha,
yacen hombres y mujeres, sueños, risas, quehaceres,
bajo sombras de concreto, centros comerciales seres.

Réplicas como latigos cruzan todo el territorio,
oraciones y alaridos, un funesto escenario,
abren las entrañas negras de la tierra asustada,
luces frías destellan en la noche congelada.

Lloramos miles de almas que el cementerio guarda,
fantasmas en la bruma, vida que se aguarda,
somos sonámbulos tristes que rozaron el abismo,
sobrevivientes mudos de aquel negro sismo.

Pero hoy los pueblos castigados lentamente se levantan,
unión forjada en lágrimas que el dolor no quebranta,
oh, nevados testigos de cordilleras altas,
duerman en paz eterna, calmen vuestras asaltas.

Estas notas dolientes que el alma me arrancara,
desde el centro musical que en silencio llorara,
tragedia de Guatemala, cicatriz en la memoria,
que no vuelva a golpear, fin de esta amarga historia.

La Torre del Reformador herida se inclinaba,
barrios enteros hundidos, la tierra se tragaba,
San Cristóbal y Mixco, colonias en escombro,
el Hipódromo al norte, un triste panorama de sombra.

Rescatistas incansables en la gris calavera,
buscando entre las ruinas una chispa ligera,
niños sin sus padres bajo techos de ceniza,
Guatemala en jirones, su dolor eterniza.

Pero como el volcán de Agua, firme en su cimiento,
la ciudad renace lenta, con lento movimiento,
ladrillos sobre lágrimas, esperanza en las miradas,
Guatemala herida, mas jamás derrotada.
Artistas de las calles pintan nuevo amanecer,
mendigos y señoras luchan por renacer,
mercados reconstruyen su color y su algarabía,
Ciudad de Guatemala, tu fuerza es poesía.

-- Luis Barreda/LAB