Hernán Mejía Silva

CIELOS NUEVOS

La inmensidad vacía,

debajo de cielos grises,

rosicler su aura,

ensordecedor su encanto.

 

Se apagaron las ganas,

eran incontables sus pasados,

en ojos el uno del otro,

se habían olvidado.

 

Quedó el eco mudo,

en sonidos redundantes,

entregados los corazones a sus antiguos amantes,

solo nos quedan el amanecer y el adiós…