angelinho

Sátira a la chica de nombre Coco

Coco de la aguachirle madrileña  

más sopicaldo linfa que portado, 

veo cómo en brebaje abigarrado 

sustancia gris perdistes ser la dueña; 

 

explícase tu lógica pequeña 

del brozno origen del cual has llegado,

despojósete de árbol deshonrado

y ya el seso tornóse pura greña.

 

Kiwi bastardo de hoyos muy mal puestos, 

¿su piel aspérrima queréis tocalla? 

¡Si a la inmundicia tal estáis dispuestos! 

 

Y esa triada de ojos que en ti se halla 

me es recordado a otro bien funesto,

ese ojo que ante el sol y luz se calla.