En una temporada de climas y colores,
en la cercanía del sol y el cielo,
con aquella brisa que me da ánimo veraniego,
con el brillo de esa sonrisa que me da consuelo.
Un mes que de diversidad se baña,
un verano que por recuerdos implora,
una necedad que a mi alma daña,
una presencia que mi alma adora.
En este cielo que de perlas se empaña,
delata lo más profundo de mis ganas cansadas,
en este ambiente que ahoga al valiente:
quisiera estar con vos para ver el sol saliente.
El deseo que produce la vacación,
en ocasión perfecta de escuchar tu voz.
De este anhelo vago y lúgubre,
quiero que sea el recuesto en tu regazo el que me anime.
Del imperio de la memoria construida:
reconozco que tu idea es persuasiva,
tan bella y florida,
tan frágil y corroída.
Cielos de amaranto y perlas,
nubes de algodón y oro,
este verano que en las tardes se despide,
este deseo de amarte se me hace invisible.
Sol.