Inventa el motivo -el que quieras-
No es que te espere
pues aún no mueres.
Calamitosamente te veo a diario:
En lo bello,
En lo mágico,
En todo lo divino,
Y en lo romántico.
Inventa la excusa,
la primero que pienses
Tu regreso es grato,
Incómodo… pero deseado.
No me es ajeno tu trato:
Tus conversaciones,
Tus quejas,
Tus desánimos.
Se que de último suspirarás,
Me verás.
Tomarás mi brazo
y reclinarás tu cabeza.
Dominarás el tiempo
Y lo detendrás
por un momento.