No hay forma,
los caminos llevan al mismo hombre consuetudinario,
nominemos el sistema, civilización, cultura, etcétera como deseemos,
nada cambia,
sea cualquiera el ámbito;
la evolución devino en este monstruo,
inmodificable,
ha transformado la vida en una tortura,
sin salvación;
inmensas mayorías sufrientes bajo el regocijo de pocos,
ocasionalmente, el nuevo mundo generado por algunos
se desintegra en un tris, empeorando,
imperdurable es el calvario de maldad,
nada la detiene, tierra, mar y cielo, sucumbe;
todos lo sabemos desde siempre,
lo admitimos, acostumbrados,
se acorta la espera,
el trágico final está a instantes;
es la crónica de una muerte anunciada (*);
la experiencia existe,
todos los no y los sí conocidos,
el cómo escapa al ser humano,
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(*) Título de una novela de García Márquez