Treinta denarios por un beso,
y no cargaré con la culpa,
le dijo Cristo a Judas.
El Sanedrín espera.
La culpa espera.
El pecado espera.
Treinta denarios por un beso.
Todo el mundo lo golpea,
lo escupe
y blasfema.
Treinta denarios por un beso...
Luego cuélgate del cuello.