Doy por hecho
que hoy te he de soltar.
Me he despedido mil veces,
y no te he podido olvidar.
Ahora no quiero reclamarte
por lo que hiciste
y por lo que te faltó.
Quiero dejarte ir sin rencor,
sin que quede ninguna espinita en el corazón.
Incluso cuando te tenía,
soñé contigo.
Ya me toca despertar.
Te devuelvo los “te quiero”
con mucho amor.
Adiós, cielo mío,
ahora te dejo atrás.