Te amo y lo hago porque sí:
porque llegaste sin permiso,
irrumpiste en mi vida
y, de la misma manera,
elijo amarte.
Querés ser modesto y silencioso,
pero desordenás todo a tu paso.
Cada día que pasa
entiendo a esas mujeres
que, igual que yo, te aman.
Y ya no importa cuánto ni porqué:
simplemente, también te aman.
Quisiera ser la última en sentirlo.
Que me elijas por encima
de todos los demás “te amo”.
Que te quedes reflejado en mi mirada.
Que me abraces hasta que
pueda conciliar el sueño
que tanto me cuesta encontrar.
Que nunca necesites otra voz,
otro cuerpo, otra mirada,
otro poema,
para saberte inmensamente amado,
como lo sos hoy,
por y a través de mí.
Te amo,
y te amaré siempre,
porque sí.
Y con el mismo entusiasmo
y capricho,
me quedo a tu lado.
Ezequiel.