Busqué un puerto para mis ojos
y la rosa de los vientos,
me sorprendía con sus vestidos bonitos...
En el mismo escenario,
me ofreció la idílica compañía de los pájaros,
uno de sus mejores regalos...
Y entró en mis pensamientos,
con un sol de sílabas, versos y sortilegios,
que parecían bellos elfos...
Con su opio perfumado,
encontré consuelo a los males del mundo,
llenándome de júbilos...