Lenta corrupción del pensamiento.
Muere el juicio entre tanta opinión,
el \'yo siento\' destripa y es verdad,
se entierra el verbo con la razón.
En letra llena en contradicción,
se ahorca el dogma con la maldad,
muere el juicio entre tanta opinión.
Ya no pesa el saber, solo el son
del grito puerco y la falsedad,
se entierra el verbo con la razón.
Torpe y ciego en la declaración
yerto análisis con vanidad,
muere el juicio entre tanta opinión.
Se aplaude al bruto con ilusión,
y al pensamiento a la soledad,
se entierra el verbo con la razón.
Así se fragua la destrucción:
el \'yo siento\' reina en la ciudad,
muere el juicio entre tanta opinión,
se entierra el verbo con la razón.
La Hechicera de las Letras.