Me preparo para mi viaje
Uno sin destino, sin regreso ni recuerdos.
Un viaje eclipsado que quedará grabado en mis retinas,
incluso cuando ya estén vacías.
El camino que tomé es aún desconocido,
una línea trazada por manos antiguas,
por los pasos de mis antepasados.
El impulso me eleva hasta la cima,
colores desgastados por el tiempo, el sulfuro tiñe mi piel y mi alma de negro.
Poseída por un ser sin nombre,
el reloj suena, pero no despierto.
En su trono blanco, el toma el control.
De rodillas, sonrío al que me lleva al nuevo mundo.
Camino por una pendiente silente
dejando mi alegría esparcida,
como pétalos marchitos sobre el sendero.
Los cuervos me observan y esperan, el olor los llama,
y mis lágrimas riegan mi lugar de descanso.
Una niña herida por el mundo,
regresa a la tierra que la creó.