\"No es el fin, sino el principio\"
El mundo no se ha de acabar,
el sol no cesará su cantar;
mil millones de años brillará,
como lámpara fiel en el altar.
Lo que se irá y pronto será,
es la maldad que el alma empaña.
Sed pues luz en la claridad,
pues la Vida Eterna nos llama.
El alma lo ansía con furia callada,
como río que al mar se desborda;
anhela el fulgor que no se apaga,
la Verdad que a lo oscuro devora.
El hombre ve ya lo invisible,
traspasa el velo sideral,
dibuja galaxias imposibles
en la mente cuántico espiritual.
Mas aún no ha tocado la cima,
ni el fondo del mar abrazado,
ni ha escuchado la voz que anima
al monte que aún no ha escalado.
Y con todo su ver, su saber y poder,
no ha logrado en la noche mirar.
Porque la luz que puede vencer
no está en sus ojos, sino en su amar.