“Niégalo todo... y di” que jamás rocé tus mejillas,
que mi voz no fue abrigo en tus inviernos,
que la luna no nos vio temblar de deseo,
y que mis versos fueron letras vacías.
“Niégalo todo... y di” que el tiempo fue ajeno,
que tu pecho no ardía al verme,
que no tejimos sueños con las miradas,
y que no me extrañas al oír mi nombre.
“Niégalo todo... y di” que fue un error,
que no hubo promesas susurradas al oído,
que no lloraste al sentir mi ausencia,
y que jamás supiste lo que es amarme.
“Niégalo todo...y di” que somos extraños,
que tus labios no buscaron los míos,
que el recuerdo no te asalta en silencio,
y que nunca temiste perder este secreto.