Crisbel Ferrer

Lo que queda de mi

Yo no era nadie,

y aún así,

anhelaban cosas de mí.

 

Tenía mi voluntad,

tenía mi verdad,

y eso es mucho

para quien no tiene nada

en este mundo

que te exige entregarlo todo.

 

No era feliz,

pero era auténtica.

 

No lloraba,

pero estaba vacía.

 

No sabía lo que era amar,

solo sabía

que era real lo que sentía.

 

No sé quién era,

pero era alguien.

 

Alguien que no temía,

solo vivía.

 

Ella murió,

ahora yo vivo bajo su piel

y habito su alma.

 

Tengo sus recuerdos,

pero no soy ella,

y eso

cada día

me atormenta.