Estoy cansado al pensar en evitar;
quisiera no vivir incertidumbre,
pasar el día ahí con la muchedumbre,
simplemente contemplar y descansar.
Pero me niego a alejarme; quiero estar.
Esto es mi adicción, mi tenaz costumbre:
manifiesto el contrario de esta lumbre.
Lástima que solo me quedo a observar.
Como todos usan de su desconocer,
mientras yo me amparo en el atrapo
y permanezco recluido con mi ser.
Confío en un futuro en el cual escapo,
y me encuentro sacando mis matices,
en un día nublado, junto a los claros.