Qué penitencia a pagar?
a nuestro Dios, por ser hombres
si los hombres ya conocen
la deuda que han de saldar.
Si por ser hombres se creen
que tienen divinidad
y a penas de enfermedad
tienen muerte y perecen.
No es más hombre quien más tiene
ni más Dios, porque se rece
si de fondo no nos nace.
Somos las cartas de naipes
de una baraja que mueve
los hechos y las verdades.
Y se vive confundido
con intención de amasar
tesoros en lo prohibido
Sin tener necesidad.
Y preferimos negar
ayuda, al que la pide
Negando que necesite
por el hecho, de no dar.
No es más hombre el que grita
ni más Dios el que de rezos
pretende estar por encima.
Somos cartas de este juego
que se juega en la vida
y a penas ganamos, perdemos.