Te amé artista y tú me amaste
lo nuestro fue auténtico,
lo confesaste con el destellos de tus ojos,
lo hiciste en la prisión de mis besos.
Emergiste de la nada y viniste a mi,
me dibujaste en tus lienzos
y dejaste una impronta en mis versos
iluminaste mis poemas
con nuevos colores de tu paleta
que los arrebaté de mi vida para ti,
los dejé en tus ojos de brillante ambar,
tu aroma varonil y tu sonrisa
dejaron tu huella en el libro de mi existir
tu salvaje cabello, cómo seda se escurrió en mis dedos
conocí tus tierras y tú las mías
volé a tus brazos y tú a los míos
fui tu sacerdotisa mapuche
y navegamos juntos en el Río Claro
cabalgamos de Copequen a Pichilemu,
fuimos a Talca París y Londres.
Mis sueños los hiciste realidad
contigo rescaté mi libertad
para vivir libre como el viento
mi gratitud es eterna.