Se robaron mis las alas coloridas y traslúcidas cuando el cíclope de luz dejo de escribir y comenzó a pegar iconos.
Huyeron las Fuentes señoras elegantes del abecedario flotante, se fueron frustradas de tanta apatía y se tiraban de los renglones como locas suicidas en paracaídas las letras pequeñitas, grandes, negritas, vestidas de flores; que se yo que historias se contaban al oído, ¡Hasta cantaban canciones!.
Se robaron la tinta de las alas de colores, con la sonrisa del sol cuando cayó la tormenta de emoticones presidida de iconos.
Silvia suarez