A no ser, a lo sumo, me hallo,
sin formas, ni leyes, ni dogmas
en la espectral frontera antigua,
cuestionamientos variables,
según la idea.
Además, el insospechable aviso:
De que importa, si de nada
me encuentra el viento,
seré parte del mismo, partícula
o mirada desde lo ajeno.
A no ser, quizá ya no soy ser;
por lo tanto, me hallo sin formas,
cabalgando sobre un cenit.
Pues es tan expropiable la existencia,
que va concurrida de ausencias,
en lo apartado.
Libro mi mente y mi demencia
a los latidos ya sin mí ,
que no me pertenecen...
¡No sé a quien! Seguro que a la vida
y su necesidad de supervivencia.
A menos que, me percato que digno,
celebro este mundo físico:
como la sed, la generación consiguiente,
la herencia de la sangre
y la eterna memoria
de la vida y los sueños realizables.
En resumen, la complicada
incertidumbre existencialista (A no ser).
Hernán J. Moreyra