Penitencia
¡Oh, caminante con penitencia!,
que acaricia el suelo con pies de acero,
y no detiene sus pies por senda ni camino,
y sus pies son todo lo que posee,
pues, es lo que lo va llevando,
por el sendero más amargo de la vida,
y en pedregoso camino,
y no detiene su andar ni por capricho ajeno,
¡Oh, caminante con penitencia!,
y con gran y demasía audacia,
va pernoctando en la senda,
y el camino es incierto porvenir,
pero, sus pies, ¡ay, de su camino!,
con llagas, juanetes y callos,
y no detiene su peregrinaje,
ni por senda abrupta,
ni por ruta ensimismada,
¡Oh, caminante con penitencia!,
no detiene su forma que lidera,
a todo un camino,
cuando su ruta es perfecta,
y más sus pies honestos,
que caminan por camino correcto,
cuando el destino y su corazón son recto…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
Seudónimo: EMYZAG