Murmullo de niebla
Hoy el verso más negro se desangra
y pide con ansia un disparo de morfina,
hoy quiere como la noble Alfonsina
arrojarse al mar donde ya nunca sangra.
Quiere irse mar adentro en la muerte,
quiere nadar mar afuera del alma,
quiere el tranquilo rumor de la calma,
quiere soñar sigiloso en lo inerte.
Hoy ya no quiero para nada tenerte,
vieja tristeza de voz empañada,
dame el rigor de tu gélida espada
para que nunca más vuelva a verte.
Dame, mi amante de sórdida niebla,
dame certera la faz de tu olvido,
ruego, suplico, deshecho te pido,
desde mi cuerpo confuso que tiembla.
Dame, mi ángel, oscuro y caído,
dame en un beso mortal, el veneno,
dame en un sólido golpe de trueno,
el sereno cadáver que sueño vencido.