Pretendo llamar a mi futuro,
rehusando estancarme en lo que duele.
Quiero navegar mares desconocidos,
sin temerle a las olas que me reten.
Pretendo despertar,
salir del sueño inquietante
donde la fantasía tomó mi corazón
y lo confundió con eternidad.
Pretendo no soñar lo que no existe,
quiero vivir, plenamente,
entre la vasta e inmensa realidad,
en ese camino sin final,
donde tantas almas buscan paz…
y yo, sentido.
Busco en la noche a la bella luna,
faro de mi destino,
compañera de mis anhelos,
con el deseo profundo
de aprender a amar mi vida.