Flor que derrama un verso en unos labios ausentes,
Con esa luz que despierta un abismo en una calle llana,
En medio de tus latidos
Un soldado se convirtió marinero,
Y con solo respirar abres los ojos de un transitorio ramo de lirios,
en un vespertino mundo derrumbado.
Recordarte hace que mis ojos rocíen añejas estrofas, y mientras tu sangre y la mía duerman juntas yo te seguiré amando.
Te esperare en el aire, en el diluvio, en la lirica que declamas,
Y sólo nuestro Idilio convierte perlas en colgantes, porque así eres tu,
Y la vela encendida que cuenta el tiempo atras dejara un recuerdo que permanecera en un corazon ansioso de encontrarte en la vida eterna.