Carlos Eduardo

Amazonas

 

Amazonas,

embarcaciones maravillosas navegando río arriba,

la fiebre me sitúa en mundos inconcebibles,

el color de mi piel se torna verde,

la respiración entrecortada,

la nuez resalta,

pómulos salientes;

 

vida pura, vibrante,

postrado enfermo,

una curiosidad,

soy

su tesoro, su pieza de intercambio;

 

siglos dorados,

ahí me extravió tu belleza.


Escucho, qué será, qué será,...

suspira, susurra, enciende velas,

llueve,

canta poeta delirante,

las callecitas están mojadas.

 

Volverás a mostrarnos tus poemas,

cosmos de dulces fantasías,

pincelados

fundados en amor