Disculpas, corazón, por desviarnos del camino; nos equivocamos de destino y caímos a un precipicio.
Podemos salir, pero saldremos heridos. Sé que al principio todo fue hermoso, todo fue divino. ¿Cómo saber que sería de esta forma? ¿Cómo saber su intención?
Nos mintió desde el comienzo, desde el inicio; llegó a nosotros con una promesa y un cumplido. Fuimos tontos, no fuimos precavidos.
No nos dimos cuenta de que solo fuimos como un paño frío en la cabeza de alguien con fiebre, solo fuimos la pala que despejó la nieve.
Ni tú ni yo supimos que había otra cara detrás de ese cuerpo, de esa cara inocente. Admito que fue culpa mía por confiar ciegamente.
No supe que nos esperaba un infierno, donde nos íbamos a quemar con ese fuego; jamás fuimos dueños de la llama, jamás fuimos dueños de nada.
Teníamos compañía en nuestra cama, sí, pero nunca fuimos parte de sus sueños, nunca formamos parte de su vida, de su día a día.
Perdóname, corazón, no hice caso a tu advertencia; sé que varias veces me habías gritado para que no me apresure al besar esos labios, que vaya más despacio.
Pero en nuestra casa había mucho espacio, estábamos vacíos, teníamos frío, queríamos calor, cariño; en cambio, recibimos lo tibio. \"Lo sé\"
Pero entiende, la soledad era frustrante, la oscuridad me estaba matando, y su luz era brillante y los años iban pasando; se veía todo tan perfecto.
Sé que soy un necio, caí en el juego; sin embargo, ahora comprendí que solo era un reflejo, un espejismo de agua como quien se perdió en el desierto.
Disculpas, corazón, por el error; ahora sufrimos un trágico dolor. Somos como un paraguas roto bajo la lluvia, un cuchillo sin filo, una tuerca sin su tornillo, una aguja sin su hilo.
Y ahora somos dos muertos vivientes, con cuerpo y ser destruidos, y tú y yo sabemos la causa, no hace falta explicación, somos dos engranajes perdidos de un reloj que ya no hace \"tic, toc\".
Disculpas, corazón, por no haberte escuchado; entiendo que estamos cansados, más tú por soportar mis ilusiones infantiles que no nos condujeron a ningún lado.
Elegimos mal la compañía, elegimos mal al amor para nuestra vida; es tarde para lamentos, todo está hecho, solo queda dejarnos llevar por el tiempo, vivir en soledad y en silencio.